Cuando se juntaron era casi imposible organizar la charla. Eran alrededor de 30 jóvenes que se convocaron espontáneamente a través para debatir y proponer acciones en repudio al operativo llevado a cabo por el IPLA y la Policía la madrugada del domingo en el pasaje Díaz Vélez al 500. Esta improvisada "asamblea" fue el lunes, en una casa de barrio sur; todos los participantes querían hablar a la vez, y sólo podían justificar el caos señalando al silencio guardado durante los casi seis años que rige la ley de tope horario a la actividad nocturna.
"Esto va mucho más allá de que la noche dure o no hasta las 4, no tiene que ver con eso nuestra protesta. Queremos dejar claro que la forma del operativo fue lo más grave y que no es la primera vez que sucede. Podés estar de acuerdo o no con el tope horario, pero estamos hablando de derechos básicos en una sociedad democrática que el fin de semana fueron violados por el IPLA y la Policía", sintetizó Nicolás Aiziczon, el músico que tocaba en la fiesta cuando, según su relato, la policía ingresó sin permiso judicial, golpeó a varios asistentes y secuestró su teclado y otros equipos.
En diálogo con LA GACETA, el comisario José Ardiles, quien estuvo frente al operativo aquella madrugada, sostuvo que la fuerza procedió correctamente y que detuvieron a tres jóvenes que se resistieron a la autoridad. "Cuando llegamos había un patovica vendiendo entradas, lo que indicaba que era una fiesta clandestina; en ese caso por supuesto que podemos ingresar para apoyar al IPLA en el cumplimiento de la ley", explicó el comisario.
"El problema es quién controla los procedimientos. Lo cuestionamos es la falta de límites del organismo en su accionar. El domingo ni siquiera nos dejaron filmar porque a los chicos que lo hicieron les quitaron los teléfonos o los obligaron a apagarlos. Esto no es un tema de la juventud que quiere divertirse, esos operativos son un peligro que amenaza a toda la sociedad", insistió Aiziczon.
La actual interventora del IPLA, Clara Tapia, aseguró que disponen de videos que dan cuenta del operativo en el pasaje Díaz Vélez, pero no accedió a facilitarlos a nuestro medio y prefirió no hacer más declaraciones referidas al episodio del fin de semana. Sin embargo, en reiteradas charlas que mantuvo con LA GACETA en ocasiones anteriores, la funcionaria remarcó que los procedimientos se ajustan a las leyes 7750 y 7243. "Si nosotros detectamos que la fiesta es clandestina, que no tiene permisos y que están vendiendo entradas o alcohol, la clausuramos. La única manera de que se corte es secuestrando los equipos porque, de otra manera, se quedan con la multa y la fiesta sigue", dijo. Tapia aseguró que muchas veces los fiscalizadores del IPLA logran entrar a la fiesta "como uno más" y, una vez adentro, corroboran que se está vendiendo alcohol, lo que los obliga a clausurar. "Tenemos que responder al pedido de los vecinos que tienen derecho a descansar", sostuvo.
Según el abogado constitucionalista Rodolfo Burgos, esta forma de proceder viola la propiedad privada y, por lo tanto, es inconstitucional. "La única ley que habilita un agente encubierto, designado por un juez, es la 26.052 (de estupefacientes). En cualquier otro caso es necesaria la autorización de un magistrado para entrar; una ley provincial no puede pasar por encima de la Constitución", explicó.
Protestas
Como respuesta al cuestionado procedimiento, los jóvenes que se reunieron el lunes decidieron convocar a una manifestación para hoy a las 11 frente a las oficinas del IPLA (Salta 174) y la iniciativa tuvo una masiva aceptación en las redes sociales. "Te convocamos a participar de una manifestación pacífica, artística y sin banderas", reza el llamado. "Es sin banderas políticas para que no se aproveche eso para desacreditar la protesta, que es ciudadana", recalcó Aiziczon, uno de los impulsores. Desde este grupo se busca informar lo sucedido el fin de semana y prevenir a la ciudadanía para que este tipo de hechos no se repitan.
Además del llamado de hoy a las 11, otro grupo de jóvenes promueve un "after masivo" para la madrugada del domingo. A través de Facebook se convocó a los mayores de 18 años a las 4 am en la Plaza Independencia. "Es una protesta pacífica en la cual podrán bailar, divertirse, aplaudir, saltar, gritar, lo que quieran, de forma responsable", establecieron sus organizadores y pidieron que no se consuma alcohol en la calle.